La leche de la muerte. Narrativa Breve. Francisco Montero, autor de algunas magn. Necesito un whisky y un buen relato frente al mar. Los italianos insultan a los eslavos, los eslavos a los griegos, los alemanes a los rusos, los franceses a Alemania y casi tanto a Inglaterra. Supongo que todos tienen raz. Hablemos de otra cosa. Aparte de echar un vistazo a dudosos trabajos de embalse, dediqu. He escuchado a tantas viejas servias narrarme la historia de la Torre de Scutari, que necesitaba localizar sus deteriorados ladrillos e inspeccionar si no tienen, como se afirma, una marca blanca. Mi madre es bella, delgada, maquillada, resistente como el vidrio de una vitrina. Cuando salimos juntos, me toman por su hermano mayor.—Eso es. Eres como todos nosotros. Cuando pienso que algunos idiotas suponen que a nuestra . La seda es artificial, los alimentos detestablemente sint. Pero cada vez que lograban avanzar lo suficiente como para colocar un mont. Existen muchas razones por las cuales una torre no se mantiene en pie, se puede atribuirlo a la torpeza de los obreros, a la mala disposici. Pero los campesinos servios, albaneses o b. En Arta, Grecia, se ense. Los tres hermanos comenzaron a mirarse con desconfianza y se cuidaban de no proyectar su sombra sobre el muro inacabado, pues se puede, a falta de algo mejor, encerrar en una obra en construcci. Su entusiasmo en el trabajo se debilitaba y angustia y fatiga ba. Pero cada uno de nosotros tiene una mujer joven y vigorosa, cuyos hombros y hermosa nuca est. No decidamos nada, mis hermanos: dejemos la elecci. El segundo hermano no hizo ninguna objeci. Enternecido por la generosidad de sus hermanos mayores, que renunciaban a lo que m. El segundo hermano lleg. Cuando estuvo arrodillada frente a . Maldita holgazana, ma. Si te alejas aunque sea el espesor de una semilla, morir. La abundante matrona albanesa no durmi. La discreta mujer no le pregunt. La mujer del segundo hermano prepar. La joven mujer puso tiernamente su hijo en los brazos de sus dos cu. El mayor contuvo una blasfemia al descubrir que no era su morena, y el segundo hermano agradeci. Pero el menor se arrodill. Enseguida, se arrastr. Un martillazo en la nuca lo lanz. La joven mujer, espantada, hab. No me maten: amo tanto la vida. No coloquen entre mi amado y yo el espesor de la piedra.“Pero bruscamente se call. Entonces, sin gritos ni l. Pero en el momento en que colocaban el primer ladrillo sobre sus pies calzados con sandalias rojas, se acord. Completamente erguida en el fondo de su nicho, parec. Hijos que hubiera podido traer al mundo, hermanos que no tuve tiempo de dar a mi hijo, ustedes me acompa. Entonces, un escalofr. No empareden mi pecho, hermanos m. Mientras me queden algunas gotas de vida, descender. Accedan, malvados hermanos, y si as. Entonces, la joven mujer murmur. Torrentes de leche manaron de sus senos duros y tibios, y cuando el ni. A su vez, esas pupilas se dejaron lugar a dos . Durante algunos siglos, las madres conmovidas ven. Llevaba en los brazos a un ni. El ingeniero la corri. Sus senos y sus collares bien valen los de tu hero. Y el hijo que la acompa. Hace meses que aplica repugnantes cataplasmas a su hijo que le inflaman los ojos y apiadan a los transe. Entonces esta mujer tendr. Hay de madres a madres. Sus minificciones han sido incluidas en algunas de las mejores antolog. Es autor de El Diario Down, donde narra en primera persona sus experiencias como padre de un beb. No permiten que hable de las intimidades del vestuario, ni de. Hemos identificado varias categor La fuerza humana - Rubem Fonseca. Quer. Me quedaba parado en medio de aquel mont. Es gracioso, que un sujeto como yo sienta verg. Si suena alto es para que las personas lo escuchen; y si no les gustara que la gente se quedara all. A veces estaba en la ventana de la academia de Jo? Personas diferentes de las que iban all. Sonaba una samba de un balanceo infernal . Entonces vi, en el asfalto, sin dar la menor importancia a los carros que pasaban cerca, a ese negro bailando. Ni yo ni nadie, pues los dem. Entonces el negro tom. Ah, esto lo explica, pens. Rio se estaba poniendo diferente. Este tipo es definici. Y no fue una corazonada, pues basta con mirar a cualquier sujeto vestido que llega a la academia por vez primera para poder decir qu. Nunca me equivoco. Empez. La multitud se dispers. Ya sabes, estoy duro como, como. Por su cara vi que estaba encabronado conmigo. Pero tuve que esforzarme, no fue dejando las series a la mitad, no, fue machacando de la ma. Y ahora que te quiero ayudar t. Es para que se amargue cualquiera. Me dijo que cada vez se estaba encogiendo m. Dije a Corcundinha, te voy a aliviar, pero tienes que hacer todo lo que te mande, todo, todo, no voy a hacer de ti un Steve Reeves, pero dentro de seis meses ser. Dije, para ponerlo de buen humor, . El esqueleto es importante, es la base de todo, pero empezar de un esqueleto es duro como el demonio, exige tiempo, comida, prote. Vino caminando normalmente; a. Hasta Corcundinha detuvo su ejercicio y vino a verlo. Bajo la piel fina de un negro profundo y brillante, diferente del negro opaco de ciertos negros, sus m. Cuando tu cabeza llegue a la altura de la barra te detienes. Ahora baja, lentamente. Ahora vuelve a la posici. En primer lugar, para no andar andrajoso como un mendigo, y poder ba? Ustedes ni siquiera saben lo que es eso, son ustedes unos culo- sucio. Si fueras hombre, ped. Permanecimos serios, como tres doctores. Al principio aquello era muy aburrido, pero el negro hac. Pero mira, volviendo al asunto, s. No me gusta comer, y Jo. No se ve bien, tenemos un mont. Por eso es que te voy a dar un consejo . Dentro de poco empiezan a llegar los alumnos. Antes de que tuviera una luz, el Corcundinha habl. No me gusta mirar al Corcundinha. LA LECHE DE LA MUERTE (cuento) Marguerite Yourcenar La larga fila beige y gris de turistas se extend Cuba sigue subiendo en la tabla de medallas. Es un orgullo saberse compatriota de esa gente: Mija Disonancia, despersonalizaci. Posteriormente, los tres. Ni tampoco sobre enviar. Tres series para cada ejercicio, con diez repeticiones. Noventa movimientos en total, y no siento nada. Por si las dudas dije . Pero sucede que ahora estoy con otra chica y la Elza se la pasa llamando a casa dici. Eso me perjudica, soy un hombre responsable. Abajo, en la calle, estaba el mont. En su cuarto la vieja o? Mi cabeza pesaba en la almohada, una piedra encima de mi pecho? Hasta aquella hora Jo. Colocamos los antebrazos encima de la l. Al centro de la mesa nuestras manos se agarraron, los dedos cubriendo solamente las falanges de los pulgares del adversario, y envolviendo el dorso de las manos, Waterloo iba m. Waterloo dio un arranque tan fuerte que casi me liquid. Fui empujando, empujando, mirando el rostro de Waterloo. Nuestras respiraciones eran profundas, sent. No puedo olvidar la respiraci. Nuestros brazos no se mov. El negro respiraba por la boca, sin ritmo, pero llev. Te fuiste temprano a tu casa? Pero Leninha tampoco cre. Ya he pasado una semana as. Llega temprano a la casa de do. El mayor movimiento es a la hora del almuerzo y al final de la tarde; Leninha no almuerza nunca, no tiene tiempo. Entonces fuimos a bailar. Creo que a ella le gusta mostrarme, pues insisti. Si alguna mujer viene a hablar conmigo se pone hecha una fiera. El lugar era oscuro, lleno de infelices. Un viejo, medio calvo, bien vestido, enjuto para su edad. Con los pies en el borde de la cama y las manos en el piso hice cincuenta lagartijas. Quedamos los dos desnudos, parados dentro del cuarto, como si fu. Vi entonces que las mujeres tienen dentro de s. Exacto: como en una iglesia, y me dieron ganas de rezar, y de tener amigos, un padre vivo, y un autom.
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December 2016
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